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Un empate lleno de emociones en Vallecas
Rayo Vallecano 3-3 Real Madrid: «Atraco vallecano»
El Real Madrid se ha dejado dos puntos en Vallecas, tras hacer lo más difícil, que era remontar un 0-2 adverso, y después de uno de los mayores escándalos arbitrales en contra de esta temporada, a manos de Martínez Munuera, el del penalti a Militao entre otras fechorías de estos últimos años.
Un inicio complicado para los blancos
Carletto, que sigue con un conjunto asolado en cuanto a bajas, dio descanso a Vinicius y optó por un «once» integrado por Courtois bajo palos, Lucas Vázquez, Tchoaumeni, Rüdiger y Fran García en defensa, una medular con Modric, Valverde, Güler y Bellingham y con Brahim y Rodrygo en ataque.
Sin embargo, todo lo planteado por el italiano esta semana se fue por el sumidero cuando, con apenas tres minutos disputados, De Frutos le hizo un tremendo lío por su banda a Fran García, muy flojo hoy y su centro, milimétrico, lo remató cómodamente Unai López de cabeza al fondo de la red, llegando desde la segunda línea en un tremendo fallo defensivo.
Un arbitraje polémico que dejó sin penalti al Madrid
El colegiado alicantino dejó sin señalar dos penaltis bastante claros, uno en cada parte, sin que tampoco González Fuertes desde el VAR tuviese a bien intervenir en la revisión de ninguno de ellos. Ni en el empujón a Güler (en lo que no es una carga sino un empujón sin más con los brazos sobre el turco) ni en el aún más clamoroso derribo a Vinicius por parte de Mumin.
Si a eso le unimos el diferente rasero disciplinario, permitiendo las constantes faltas de los jugadores rayistas, algunas de ellas merecedoras de tarjeta amarilla que no se mostraron, pues la verdad es que me hacen sentir poco motivado a la hora de analizar el partido, al menos desde el punto de vista táctico, donde el equipo no anduvo fino, especialmente en defensa.
Una reacción inesperada en la primera parte
Reaccionó tímidamente el Real Madrid ante un Rayo absolutamente desatado, feroz en la presión y sibilinamente ayudado por Martínez Munuera, que dejaba hacer (especialmente duro fue el marcaje de Pathé Ciss sobre Bellingham). A los 12 minutos, Rodrygo puso a prueba a Batalla con un disparo raso casi sin ángulo, entrando por la derecha.
Un auténtico espejismo para el Real Madrid, completamente desbordado por el Rayo, mucho más «intenso» y mejor posicionado en el campo, que achuchaba y de qué forma a los blancos, hoy de gris, a los que las cosas se les torcían aún más en el minuto 35. Mumin cabeceó de nuevo plácidamente para anotar el segundo a la salida de un córner botado por Isi Palazón desde la izquierda.
El Madrid estaba completamente desnortado y groggy tras el segundo tanto rayista, pero en el momento más inesperado, en el minuto 38, apareció Fede Valverde para despacharse un espectacular derechazo desde más de 30 metros que se coló como un obús, pegado al palo derecho de Batalla. Un golazo que no sólo espoleó a los de Ancelotti, hasta ese momento fuera del partido, sino que le metió el miedo en el cuerpo a los locales.
Un miedo más que justificado porque a punto de llegar al descanso, Rodrygo colgó un fantástico centro desde la derecha que remató académicamente de cabeza Bellingham para hacer el empate.
No obstante, ese empate bien pudo haber llegado un par de minutos antes cuando, delante de las mismas narices del colegiado, Ciss empujó con los dos brazos a Güler en el área, cuando éste se disponía a controlar el esférico pero, por lo que sea, ni él ni desde la Sala VOR, estimaron nada punible en algo que había sido cualquier cosa menos una carga legal.
Segunda parte: un partido loco y lleno de goles
Llegado el descanso, el Real Madrid reinició el partido con los mismos 11 jugadores, aunque con la novedad táctica del cambio de banda entre Brahim y Rodrygo. El malagueño pasaba a la derecha y el brasileño ocuparía la banda izquierda, donde desarrolló mucho mejor todo su potencial.
La prueba más evidente de la mejoría de Rodrygo se hizo patente en el minuto 55, cuando tras una buena pared con Güler, probó fortuna desde la frontal y tras rozar en Ratiu, el balón se coló por toda la escuadra derecha de Batalla, que nada pudo hacer para evitar la culminación de la remontada madridista.
Lo que nadie se esperaba es que, con el Rayo sobre la lona tras el tercer tanto madridista, los franjirrojos pudiesen reaccionar, pero lo hicieron. En una jugada desafortunada para los de Ancelotti por lo mal que fue defendida, en el minuto 63 Lejeune ponía un balón con rosca al corazón del área madridista para que Isi Palazón, completamente libre de marca, se adelantase a la zaga para desviar mínimamente con la puntera y tocar lo suficiente para despistar a Courtois, quien, quizás, pudo haber hecho algo más para evitar el empate.
A partir de ahí, el partido se volvió loco, convertido en un ir y venir constante que se acrecentó aún más con Vinicius en el campo, aunque sin grandes ocasiones, algo de lo que se encargó Martínez Munuera, cuando en el minuto 75, Vinicius intentó llegar a un balón dividido pero no pudo porque Mumin, que pugnaba con Bellingham por llegar a esa pelota, pateó la pierna del brasileño.
Un penalti evidente, de libro y que, si bien podría entenderse que era difícil apreciarlo en directo, lo inexplicable es que desde el VAR, viendo la repetición de la jugada, no se interpelase al colegiado de campo para señalarlo.
Una mirada hacia el futuro: la Copa Intercontinental
Finalmente, pudo marcar casi en el descuento el Real Madrid en una jugada embarullada en la que Rüdiger no llegó por poco a marcar en el área pequeña un centro forzado de Vinicius de cabeza desde el segundo palo y la pelota, sin control ni rematador, se marchó fuera por poco.
Ahora toca pensar en la Copa Intercontinental, que le espera al Real Madrid esta misma semana. A pesar de todas las críticas y el mal juego del equipo, en términos generales durante esta temporada, podría caer el segundo título de esta campaña. Le espera el sorprendente Pachuca mexicano, que dejó en la cuneta no sólo al Botafogo en los cuartos de final, sino que hoy mismo ha hecho lo propio con el campeón egipcio, el Al-Ain, en los penaltis.
Ficha técnica del partido
Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Lejeune, Mumin, Chavarría; Unai López (Pedro Díaz, ’67), Pathé Ciss (Oscar Valentín, min.60); De Frutos (Balliu, ’67), Isi Palazón, Embarba (Alvaro, ’54); Nteka (Camello, ’60).
Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Endrick, ’79), Tchouameni, Rüdiger, Fran García; Brahim (Vinicius, ’63), Fede Valverde, Modric (Camavinga, ’71), Bellingham; Rodrygo y Güler (Ceballos, ’79).
Árbitro: Martínez Munuera (Col. Valenciano). Por el Rayo, amonestó a Nteka, Isi Palazón y Camello (min.92) por parte del Rayo. Por el Real Madrid vieron tarjeta Modric y Vinicius.
