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RCD Espanyol 1-0 Real Madrid: «Atraco premeditado para calentar el derbi»
El Real Madrid se ha dejado tres puntos en el RCDE Stadium, merced a un gol postrero marcado por Romero que hizo absolutamente inanes los constantes intentos madridistas de anotar, ante un Espanyol muy ordenado, cerradísimo atrás y que se encontró con un doble regalo que, al final, le dieron tres importantísimos puntos en su lucha contra el descenso.
Una primera parte llena de polémica
El Real Madrid sorprendió con el «once», al dar entrada de nuevo a Lucas Vázquez y Tchouameni, a pesar de su rendimiento en estas jornadas, en detrimento de Asencio, hoy suplente. Por su parte, Ancelotti también alineó de inicio a Fran García por Mendy y a Ceballos por Modric, además de la vuelta de Vinicius a la titularidad, lo que desplazó a Rodrygo a su lugar habitual en la derecha y mandó al banquillo a Brahim.
Y no salió con mala actitud el Real Madrid, que se adueñó enseguida del balón y dominó el juego aunque el primer tiro a puerta del partido llegó en el minuto 18, precisamente a cargo del Espanyol, con un buen disparo lejano de Jofre desde la frontal al que respondió muy bien Courtois con una excelente estirada. Apenas tres minutos antes, Rüdiger tuvo que dejar el partido por unas molestias musculares, entrando Asencio en su lugar.
Reaccionó rápidamente el Real Madrid con una gran jugada desde la izquierda de un hasta entonces desaparecido Vinicius. El brasileño recibió pegado a la cal y condujo hasta el área espanyolista, finalizando con un buen disparo con rosca pegado al palo izquierdo, al que Joan García no pudo hacer nada.
Entonces, cuando el brasileño ya celebraba el tanto, Muñiz Ruiz, a instancias del VAR, anuló el tanto en base a una presunta falta de Mbappé a Pol Lozano, en otro lance paralelo al gol. El francés estaba siendo agarrado del cuello por el jugador blanquiazul y acabó zafándose del agarrón, pero el VAR, que se fijó únicamente en el final de la jugada, estimó falta de Mbappé y anuló el tanto.
Entró entonces el partido en una fase de «calma chicha» en la que el Real Madrid lo intentaba una y otra vez, pero la doble muralla defensiva impuesta por los de Manolo Rodríguez se le había atragantado a los blancos, hoy de naranja. Por más que lo intentaron, tanto por fuera con centros (bastante malos en su mayoría, por cierto) como por dentro, con combinaciones y jugadas personales, especialmente de un inspirado Rodrygo y de Bellingham y Mbappé, no hubo lugar a más y el partido se fue al descanso con 0-0.
El esperpento arbitral y la no expulsión de Romero
Digo lo de doble regalo porque, además de que el partido estuvo marcado por una catarata de errores arbitrales inexplicables (o peor aún, perfectamente explicables, lo cual es todavía más grave), el jugador que marcó debió haber sido expulsado media hora antes por una tremebunda entrada por detrás sobre Mbappé.
Patada que, tanto el colegiado Muñiz Ruiz, como el infausto Iglesias Villanueva desde el VAR, decidieron que no era merecedora de roja. Pero el esperpento arbitral no se limitó a esa jugada puntual, que tuvo esas consecuencias funestas para el Real Madrid. Desde el primer minuto permitió todo un festival de patadas, agarrones y hasta bloqueos de baloncesto, muchos de ellos sin sanción directamente (apenas mostró dos amarillas).
En los primeros minutos dejó sin pitar un clamoroso penalti por mano de Jofre dentro del área, le anuló a Vinicius un gol legal en el 22 por una presunta falta de Mbappé sobre Pol Lozano cuando este era el que estaba agarrando del cuello al francés. Se le reclamaron dos penaltis más, uno por un claro derribo a Mbappé en el área y otro a Vinicius, justo en la prolongación de la más polémica de todas las jugadas de la noche.
Pasada la hora de partido, Romero arremetió con los tacos por el gemelo de Mbappé cuando este iniciaba una contra peligrosa. El jugador espanyolista impactó contra la pierna del francés, al que pudo haber hecho mucho daño y Muñiz Ruiz, incomprensiblemente, solo amonestó con amarilla al jugador blanquiazul, pero el VAR, hoy de vacaciones, pasó de largo la jugada y le perdonó la expulsión.
La casualidad quiso que este mismo jugador, que debía haberse ido a la ducha, fue el autor del tanto que le dio la victoria a los de Manolo González, lo que acrecentó aún más la indignación madridista.
La segunda parte y el gol que decidió el partido
Tras el descanso, salió el Real Madrid sin cambios pero con muchas ganas, pero los de Carletto, además de toparse con la muralla espanyolista, se encontraron con un fantástico Joan García bajo los palos. El meta catalán se sacó una espectacular mano ante un zurdazo de Bellingham en el minuto 51 y el rechace le cayó a Mbappé, quien, demasiado escorado, intentó sorprender, pero su chut acabó impactando contra el palo izquierdo de la meta local.
Vinicius pudo marcar en el 53, tras una gran jugada por la banda de Lucas Vázquez, pero el brasileño, muy desacertado hoy, remató a las nubes desde el área pequeña. Con el Madrid volcado sobre la meta local, Vinicius pudo marcar en el minuto 73, pero su disparo raso se marchó fuera por poco, pegado al palo izquierdo. Más cerca estuvo el remate de Rodrygo, tan solo tres minutos después, pero su disparo, después de un gran recorte, acabó estrellándose contra la madera y el cuerpo de Joan García.
Pero el fútbol tiene estas cosas. Y en la única ocasión en la que los de Manolo González cruzaron la medular con peligro rumbo al área de Courtois, el Espanyol se encontró con la lotería del gol en el minuto 85. Una pérdida de Modric en campo rival provocó una contra fulgurante del Espanyol por la banda derecha que acabó con un centro medido hacia Romero, que entraba completamente solo. El lateral remató de primeras y batió a Courtois con un disparo mordido pero letal.
Un final agónico sin recompensa
Los últimos minutos, incluyendo los siete de prolongación que dio el colegiado, fueron de asedio constante del Real Madrid sobre la meta de Joan García, pero sin frutos. Lo intentó Vinicius con un disparo que se perdió junto al palo en el minuto 92 y, ya con Courtois en el área como un delantero más, Mbappé lanzó una volea a las nubes tras una melé en el área.
Ahora, con el paréntesis de la Copa de este miércoles, toca recibir al Atlético de Madrid a solo un punto de los rojiblancos, que minutos antes del comienzo del partido del Real Madrid vencieron al Mallorca en el Metropolitano, dejando la clasificación al rojo vivo. Al fin y al cabo, era lo que deseaban los madridistas, que no iban a permitir a un Real Madrid que pudiese asestar en febrero un golpe de gracia a la Liga.
Ficha técnica del partido
RCD Espanyol: Joan García; Omar El Hilali, Cabrera, Kumbulla, Romero; Urko (Roca, ’67), Pol Lozano, Kral, Jofre (Tejero, ’67); Puado (Calero, ’83) y Roberto Fernández (Alejo Véliz, ’74).
Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Brahim, ’87), Tchouaméni, Rüdiger (Asencio, min.15), Fran García; Valverde, Ceballos (Modric, min.80), Bellingham; Rodrygo, Vinicius y Mbappé.
Árbitro: Muñiz Ruiz (Col. Gallego). Amonestó a Romero y Kumbulla por parte del Espanyol.
