
100% de bonificación en el primer deposito bono de bienvenida
Una noche mágica en la Champions
El hambre de fútbol no podía tener mejor descripción gráfica que la vista en un 6-3 que se nos quedó más que corto, insignificante. Siempre escucharemos aquello de el demérito del rival y no el mérito nuestro, pero como decía mi abuela: “Da Dios mocos a quien no se los sabe limpiar”. ¡Y con cuántos mocos se despertaron muchos tras el partido! Esos que dicen que no lo vieron, que no escucharon nada, que tenían cosas más importantes que hacer…, o por el contrario, que el City está en decadencia y no por culpa de Pep, sino por los robos del Real Madrid, que solo sabe ganar así.
Un partido digno de museo
Si volvemos al partido, que es lo que nos ocupa e importa, no creo que se hubiera deseado un partido mejor del que pudimos ver. No importa en qué posición, bloque, o nombre propio, el destacar a algún jugador para mí es imposible. Después de cada jugada, minuto de partido o posición en concreto, me sentía más orgullosa de nuestros jugadores. Tchouaméni volvió a ser quién era, igual por jugar en su posición, pero ¿qué más daba si teníamos a un Valverde trabajando como un lateral de toda la vida sin ninguna costura? ¿Si Carlo supo colocar todas las piezas del puzzle donde mejor encajaban? ¿Si pudimos ver (la mayoría) un partido tranquilo y digno de ser visionado en un museo?
La controversia del árbitro
Lejos quedaba el efecto Munuera Montero, destapados ahora sus tejes y manejes y demostrados los efectos de jugar otro deporte que es el que se disputa en Champions League. ¿Mejor o peor? Fútbol al fin y al cabo sin ser manipulado por intereses alejados del juego de once contra once. Si dejamos en un segundo (o tercer) plano la controversia del idioma que llevó a la mentira más flagrante del señor árbitro, reflejada además en el acta tras el encuentro contra el Osasuna, lo que se vio fue cómo Jude dijo lo que dijo haber dicho, dada la redundancia, y no lo que salió de los labios del árbitro.
El impacto del gasto en el City
Volviendo a lo que importa, LA CHAMPIONS, nadie esperaba un enfrentamiento así, pero no sorprendió en ningún momento la opinión prensil acerca de que el City hoy por hoy no tiene nada que ver con el City de otras épocas. A lo que digo: ¿Y entonces los más de 200 millones gastados por ese club inglés no merecen ser mencionados? No claro, aún no han cuajado juntos, aún es pronto y bla, bla, bla… El siguiente comentario no está contrastado ni es oficial, pero sin batidos con marca Pep no hay fiesta.
Un espectáculo en el campo
Jude dio una clase magistral de bailes de salón con el balón en los pies mientras Kylian sabía dónde estar, cómo moverse y cómo ejecutar cada movimiento para ser ovacionado por todos (o casi todos) en el campo y fuera de él. El equipo se gustó, los pases convertidos en asistencias parecían hechos con escuadra y cartabón, y el resultado en el marcador reflejaba parte de lo trabajado en el campo. ¿Que hubiéramos merecido más goles? Pienso que sí, pero al menos no nos robaron ni pusieron lunares en nuestra camiseta.
El sentimiento de pertenencia
Siempre habrá peros si se desvía la mirada a la prensa tradicional, pero si se hace un diagnóstico diferencial entre partidos de Liga y de Champions, la conclusión está más que clara. No es que me ría, es que me carcajeo al ver tanta miseria a nuestro alrededor, tanto cinismo enmascarado de verdad verdadera y peleas entre quién sabe más de fútbol o quién lleva más tiempo viéndolo. Esta competición perdió toda la importancia que en algún momento podría haber tenido, pero el dato mata relato, o eso dicen.
La esencia del Real Madrid
Una increíble busiana, lo sabía y quería disfrutarlo. Una diferente; quizá por ser amparada por la noche y no por la luz de mayo; quizá por ser un partido más típico de eliminatorias más cercanas a una final; quizá por el entrenador rival; quizá, quizá y quizá. Nadie lo sabe, como tampoco se sabe la importancia que pudo tener en el equipo. Sea como sea, estamos en el siguiente sorteo y las urticarias hablan por sí solas. Una vez más, ¡¡¡Hala Madrid!!!
SOLOS CONTRA TODOS
En este mundillo manido de todo lo que se consideraría normal en cualquier deporte, no importan los títulos, el desempeño o la demostración, pero como siempre decimos, estamos SOLOS CONTRA TODOS. La pasión por el Real Madrid es inquebrantable, y cada partido es una nueva oportunidad para demostrarlo. La historia continúa, y el camino hacia la gloria siempre está abierto.
