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Victoria clara del Real Madrid ante el Girona
El Real Madrid se ha impuesto con claridad al Girona, en una más que trabajada victoria gracias a un espectacular golazo de Modric al filo del descanso y otro más de Vinicius, en el tramo final de un partido en el que, por merecimientos, los de Carletto debieron haber goleado. Sin embargo, el mito de la «Pegada» madridista, tan extendido en Prensa Nostra para justificar (y por qué no decirlo, para demeritar) nuestras victorias nunca fue tan falso. Al menos en días como hoy, en los que el desacierto -y el acierto de Gazzaniga, que también hay que reseñarlo- evitaron que los de Míchel se fueran hoy con un saco de goles en su contra.
Un inicio de partido con sorpresas en la alineación
El partido comenzó con una sorprendente alineación, plagada de rotaciones. Unas obligadas, como la del sancionado Bellingham, cuyo puesto en el campo fue ocupado por Brahim, y otras como la titularidad de Alaba, más de 400 días después de su grave lesión, en detrimento de Rüdiger. Por su parte, Ancelotti le concedió el descanso necesario y merecido a Fede Valverde y Ceballos, cuyos puestos fueron ocupados por Tchouameni y Modric. Además, Lucas Vázquez volvía a la titularidad en el lateral derecho, con Mendy en la izquierda y los «Tres Mosqueteros», Rodrygo, Mbappé y Vinicius se repartieron el ataque.
Un Girona más reservado
A diferencia de la temporada pasada, donde el Girona de Míchel (en una situación deportiva, además, francamente mejor que la actual) le planteó un partido radicalmente opuesto, esta vez se mostraron mucho más reservados. Si el año pasado fueron a jugarle de tú a tú a los de Ancelotti, esta vez decidieron esperar atrás y ver si lograban sorprender a una muy adelantada defensa madridista. Y rápidamente se pudo ver a un equipo, el Real Madrid que, si bien no desarrolló una presión tan alta como el día del City, sí que agobiaba bastante la salida a su rival.
Modric demuestra que la edad es solo un número
Hasta que llegó Modric en el minuto 42 y demostró al mundo que la edad no es más que un número. El croata, que estaba siendo hasta ese momento uno de los mejores jugadores madridistas, recogió desde casi 30 metros el rechace largo de la defensa tras una córner botado por Rodrygo. Se acomodó con el pecho el esférico y con un formidable derechazo, lo encajó con violencia por la escuadra izquierda de Gazzaniga para abrir por fin el marcador. Un duro golpe y, además, en el borde del descanso, en un tanto de esos que se denominan «psicológicos» y no sólo por el valor del gol en sí y su plasticidad, sino porque desmanteló definitivamente el planteamiento de Míchel.
Oportunidades y un Girona que no se rinde
Pasado el cuarto de hora, Vinicius remató alto un centro de Mbappé y en el minuto 28, Brahim, en una gran jugada personal con la derecha, amagó con el centro para acabar disparando a puerta, pero su chutazo se encontró con una muy buena mano de Gazzaniga para mandar la bola a córner. Volvió a mostrar los dientes el Girona, en el minuto 29 con una excelente triangulación entre Blind, Danjuma y Van de Beek que finalizó el rubio jugador holandés con un buen disparo con rosca al que respondió, de nuevo, Courtois con una de sus paradas milagrosas. Y ahí se acabó el Girona, que no volvió a inquietar al Real Madrid prácticamente durante el resto del partido.
Dominio absoluto en la segunda mitad
Tras el descanso, el partido dio un giro radical y el Madrid, ya con ventaja en el marcador y con el balón en su poder, no le dio opción alguna al Girona, del que, hay que decir, que si bien no bajó los brazos, se vio obligado a abrirse. Entonces llegaron las ocasiones madridistas de forma casi incesante. El primero en avisar fue Lucas Vázquez con un tremendo disparo lejano que se perdió ligeramente desviado en el ’51, mientras que Vinicius, apenas seis minutos más tarde, estrelló el balón en el larguero de la meta visitante, tras un gran disparo desde la frontal precedido de una no menos espectacular jugada coral de todo el ataque madridista.
La sentencia llega con el gol de Vinicius
Afortunadamente para Ancelotti y, por qué no, para los aficionados madridistas, llegó la sentencia del Real Madrid. Una sentencia justa que se hizo esperar. En el minuto 82, Vinicius inició una contra desde la izquierda. Se apoyó en Mbappé, que le devolvió el balón al espacio y el brasileño, esta vez sí, se plantó ante Gazzaniga y le batió por el palo corto, con un sutil toque, adelantándose a Krejci y a Blind. Fue entonces cuando el Girona entregó la cuchara y dio el partido por perdido, hasta el punto que en el ’88, Camavinga condujo con comodidad hasta la misma frontal y asistió a Rodrygo que, completamente solo desde el punto de penalti, mandó el balón por encima de la portería visitante, en otra clara ocasión malograda por la falta de acierto.
Ficha técnica del partido
Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Asencio, Alaba (Camavinga, ’72), Mendy; Tchouameni, Modric (Rüdiger, ’85), Brahim (Ceballos, ’72); Rodrygo, Mbappé y Vinicius (Endrick, ’89).
Girona: Gazzaniga; Arnau, David López, Krejci, Blind, Miguel Gutiérrez (Miovski, ’75); Oriol Romeu (Jhon Solís, ’66), Iván Martín (Bryan Gil, ’66); Tsygankov, Van de Beek (Arthur, ’56) y Danjuma (Asprilla, ’66).
Árbitro: Cuadra Fernández (Col. Balear). Amonestó a Krejci y a Jhon Solís por el Girona. Sin amonestados por el Real Madrid.
Incluso hubo tiempo para una última oportunidad cuando, ya en el descuento, Endrick -que acababa de entrar por Vinicius- arrancó en su campo con la fuerza de un búfalo, rompió por velocidad a la medular del Girona y se plantó prácticamente en el área visitante. Asistió a Mbappé, que se acomodó el balón con un gran control orientado y chutó con la izquierda pero Gazzaniga, muy atento, desvió con el pie cuando ya se cantaba el tercero. Finalmente, y con tan solo tres minutos de añadido, Cuadra Fernández mandó a los equipos a vestuarios y los tres puntos se quedaron en casa, para meterle presión a una clasificación más apretada que nunca, con los blancos coliderando con el Barça y con el Atlético a un solo punto. Pero esto, para bien o para mal, no se detiene y ahora toca centrarse en la Copa del Rey, donde espera la Real Sociedad en Anoeta en el partido de ida.
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