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Un duelo de titanes que se decidió en los penaltis
El Real Madrid ha logrado clasificarse para cuartos de final de la Champions al eliminar al Atlético de Madrid en los penaltis, en una tanda que pasará a la historia por el terrible (e involuntario) error de Julián Alvarez. El jugador, tras resbalarse en el césped en el momento de ejecutar el lanzamiento, tocó dos veces el balón y el VAR invalidó el tanto. Este fallo, sumado al error de Marcos Llorente, quien se unió a la lista de desgracias rojiblancas con un tiro al palo, fueron los clavos en el ataúd de un Atlético que no supo aprovechar la ventaja que le dio el tempranero gol de Gallagher a los 30 segundos.
Un inicio fulgurante para los rojiblancos
Sí, han oído bien, a los 30 segundos porque eso fue lo que tardó el británico Gallagher en perforar la meta de Courtois. El partido no pudo empezar peor para los de Ancelotti. Con el público aún acomodándose en sus asientos, De Paul entró por la banda derecha y centró al primer palo, donde Giuliano desvió ligeramente. Gallagher, completamente solo en boca de gol, marcó el gol que igualaba la eliminatoria. Un escenario soñado para los aficionados rojiblancos y para el Cholo, al menos a priori.
El Real Madrid acusó el golpe, y el Atleti firmó un muy buen inicio de partido, teniendo la pelota y buscando con velocidad el ataque. Superaron a un centro del campo madridista que no pudo soportar las embestidas rojiblancas. La sensación era de que estaba más cerca el segundo gol del Atlético que el empate del Real Madrid. Con el Atleti atacando con comodidad, Courtois tuvo que intervenir en varias ocasiones, realizando paradas de mucho mérito.
Una segunda parte llena de oportunidades perdidas
Ahora bien, todos nos pudimos haber ahorrado este sufrimiento si Vinicius no manda al cielo del Metropolitano un penalti en la segunda parte del encuentro. Este lanzamiento habría supuesto el 1-1 en el marcador y la clasificación directa para los blancos en los 90 minutos. Pero la de Julián Alvarez no fue la única polémica del partido. Durante el encuentro, se reclamaron dos penaltis que parecían claros: una mano de Giuliano Simeone en la primera parte y un pisotón de Correa a Brahim en la prórroga. Sin embargo, ni el colegiado polaco Marciniak ni el VAR apreciaron infracción alguna.
La segunda parte comenzó con un guion similar al de la primera. Se esperaba un cambio de actitud en el Real Madrid, pero no se produjo. El equipo saltó al campo al tran-tran, con pases al pie y sin verticalidad, lo que facilitaba las cosas al Atlético. A los dos minutos de la reanudación, Julián Alvarez volvió a poner a prueba a Courtois, pero el belga se lució nuevamente con otra gran intervención.
La prórroga: un dominio madridista sin frutos
El tiempo extra comenzó con un buen intento de Brahim desde la frontal, pero su disparo acabó en las manos de Oblak. Sin De Paul, lesionado, el Cholo se encomendó a la defensa y renunció al ataque. A pesar de que pudo hacer mucho más daño por la derecha con Lino y por la izquierda con Correa, el Real Madrid dominó abrumadoramente durante los 30 minutos de prolongación, aunque sin apenas frutos.
A pesar del empeño de los de Carletto, la defensa rojiblanca logró mantener a raya al ataque madridista. El gesto de satisfacción del entrenador atlético, apretando ambos puños con rabia, fue evidente cuando Marciniak pitó el final de la prórroga y mandó el partido a la lotería de los penaltis.
La tanda de penaltis: un final cruel para el Atleti
El sorteo de lanzadores deparó que el Real Madrid sería el primero en tirar, pero en la portería del Frente Atlético, lo que daba cierta ventaja al equipo local. Comenzó anotando Mbappé, al que respondió Sorloth con otro tanto. Jude Bellingham anotó el segundo, pero aquí empezó a fraguarse la tragedia. Julián Alvarez marcó el empate pero, al resbalarse al lanzar, tocó el balón dos veces. El VAR invalidó el tanto, poniendo a los blancos en ventaja de forma sorprendente.
Anotó el tercero Fede Valverde, con un excepcional lanzamiento que adivinó Oblak, y marcó Correa para el 4-2. Le tocó entonces a Lucas Vázquez, un habitual en estas lides, pero falló. Lanzó flojo y mal, a la derecha del meta del Atleti, que despejó sin problemas. La situación se complicó aún más cuando otro ex-madridista, Marcos Llorente, mandó el balón al larguero, reviviendo los fantasmas del pasado.
Y como sucedió hace un año en Manchester, el último lanzamiento le tocó a Antonio Rüdiger, quien no perdonó. A pesar de que Oblak llegó a desviar la pelota, el balón entró en la portería rojiblanca, consumando de nuevo el desastre y dejando al Atlético eliminado por quinta vez en la Champions en los últimos diez años.
Mirando hacia el futuro
Ahora, mientras las lágrimas y la indignación de la directiva y la afición rojiblanca inundan las redes sociales, la próxima cita para los blancos será el 8 de abril. Nos espera el Arsenal en Londres y una nueva historia que escribir. El Real Madrid sigue firme en su camino, y los aficionados pueden estar seguros de que el equipo luchará por alcanzar nuevas metas en esta emocionante temporada.
Ficha técnica del partido
Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Giménez, Lenglet (Le Normand, ’91), Reinildo (Azpilicueta, ’98); Giuliano Simeone (Correa, ’89), De Paul (Molina, ’90+4), Barrios, Gallagher (Lino, ’85); Griezmann (Sorloth, ’89) y Julián Álvarez.
REAL MADRID: Courtois; Valverde, Asencio, Rüdiger, Mendy (Fran García, ’83); Tchouameni (Camavinga, ’65), Modric (Lucas Vázquez, ’65), Bellingham; Rodrygo (Brahim, ’78), Mbappé y Vinicius (Endrick, ‘115).
