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La temporada del Real Madrid aún no ha terminado y no será hasta que termine su carrera en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. Sin embargo, es difícil digerir el hecho de que el equipo realmente se va sin trofeos esta vez. Los fanáticos podrían argumentar que el equipo ya ha recopilado dos trofeos al comienzo de esta temporada al ganar la Supercopa de la UEFA y la Copa Intercontinental. Pero, ¿realmente se pueden considerar estos títulos como un consuelo para un club de la magnitud del Real Madrid?
Una temporada para olvidar
Los hombres de Ancelotti se estrellaron en la Liga de Campeones contra el Arsenal, perdieron la final de la Copa del Rey en Barcelona en tiempo extra y ahora han entregado el título de campeonato en manos de su eterno rival. Lo que es peor, el Merengue ha caído en las tres «finales» que han disputado esta temporada contra el Barcelona. El juego en Montjuic fue el último, pero quizás la derrota más significativa de todas, ya que le da el título a los culés en una alfombra roja.
Pasivos suicidas
Cuatro clásicos. Cuatro derrotas. Tal es el récord deplorable del Real Madrid contra Barcelona esta temporada, y el equipo solo puede colgar la cabeza por la vergüenza. El partido del domingo por la tarde debería haber sido diferente. Después de tres derrotas, se esperaría que fuera el día en que el Real Madrid presentara una versión competitiva y mostrara que aún pertenece a la élite del fútbol europeo.
Sin embargo, no pudieron capitalizar la situación y terminaron perdiendo el juego con un puntaje de 4-3, a pesar de tener una ventaja de 2-0 en algún momento. Para el Real Madrid, dar cuatro goles en media hora después de marcar dos es un límite criminal. Sin embargo, encontraron una manera de hacerlo de la peor manera posible.
La mentalidad defensiva que adoptaron tras los primeros goles fue desconcertante. En lugar de buscar más, el equipo se volvió pasivo, entregando la iniciativa al Barcelona, que prospera en situaciones donde tiene la posesión y el impulso. Este enfoque de Carlo Ancelotti parece haber sido un error, y no es sorprendente que Los Blancos se hicieran mucho daño por parte de los catalanes.
Mbappé brilla en la oscuridad
Kylian Mbappé fue el héroe del Real Madrid con un sombrero, pero los goles de Eric García, Lamine Yamal y Raphinha ayudaron a Barcelona a recuperarse y llevarse los tres puntos. A pesar de la derrota, Mbappé se destacó como el único punto brillante en un equipo que, de otro modo, fue decepcionante. En una noche en la que los merengues volvieron a estar lejos de lo mejor, el francés se mostró como uno de los productores más confiables de diferencias en el equipo.
Abrió el marcador pronto, convirtiendo un penalti después de ganar el tiro libre, golpeando el balón con suficiente potencia para vencer a cualquier portero. Solo nueve minutos después de anotar, llegó al final de un despiadado contraataque y anotó su segundo gol, dándole a su equipo una cómoda ventaja.
Finalmente, Mbappé completó su sombrero en la segunda mitad con una maravillosa asistencia de Vinicius Jr., quien lo dejó en bandeja. Además de sus tres goles, amenazó regularmente la portería de Szczesny y mostró una mejor comprensión de la trampa de fuera de juego. Aunque esto no es motivo de celebración, es un pequeño rayo de esperanza en un rendimiento devastador del Real Madrid.
Establecido para convertirse sin trofeos
La derrota en Montjuic no solo simboliza una temporada fallida, sino que también resalta la necesidad de un cambio en el estilo de juego y la mentalidad del equipo. Carlo Ancelotti podría ser uno de los entrenadores más exitosos en la historia del club, pero ahora está claro que ha completado su ciclo. La afición exige más y el club necesita una renovación que lo lleve de vuelta a la senda del éxito.
Es evidente que el Real Madrid necesita replantearse su estrategia y su enfoque en los partidos importantes. Con un estilo de juego que parece haber quedado obsoleto, la afición se pregunta: ¿qué necesita el equipo para volver a ser competitivo? La respuesta podría estar en un cambio de mentalidad, en un regreso a las raíces que hicieron del Madrid un gigante del fútbol mundial.
La temporada ha sido un duro golpe para los merengues, y aunque la Copa Mundial de Clubes ofrece una última oportunidad de redención, muchos se preguntan si será suficiente para salvar una campaña que ha dejado mucho que desear. La afición espera que el club tome decisiones acertadas en el futuro cercano, porque el Real Madrid no puede permitirse otra temporada sin trofeos.
