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Un partido para olvidar: PSG 4-0 Real Madrid
El Real Madrid fue avasallado por un espectacular PSG y ha dicho adiós a su sueño mundialista, tras un pésimo partido, tanto a nivel individual como colectivo. Dos groseros fallos defensivos le pusieron el partido en bandeja a los de Luis Enrique antes de los primeros 10 minutos. En lo que ha sido el peor encuentro de la Era Xabi Alonso, los blancos fueron la viva imagen de la impotencia, ante un equipo tremendamente superior, tanto física como tácticamente. Si no marcaron más fue porque el PSG echó el freno en la segunda mitad y no quiso hacer más sangre.
Aluvión parisino y debacle madridista en la primera mitad
El partido no pudo empezar peor. Minutos antes de comenzar, se confirmó que Alexander-Arnold no iba a ser de la partida por unas molestias, lo que obligó a Xabi Alonso a trastocar su esquema. Movió a Fede Valverde al lateral derecho y optó por un extraño 4-3-3, inédito con él hasta la fecha, con Tchouameni en la medular como pivote, Asencio por el sancionado Hujsen en el eje defensivo y el tridente Vinicius, Gonzalo y Mbappé.
Los experimentos, como se suele decir, deben hacerse con gaseosa y no cuando estás jugándote las habichuelas con un equipazo como el PSG. Este equipo, una auténtica locomotora, no tardó en dejar claro al Real Madrid de qué iba la cosa. A los tres minutos, un espectacular zurdazo de Fabián con rosca obligó a Courtois a responder con una gran mano abajo para desviar a córner. Y casi a continuación, nuevamente Courtois mostró sus dotes al sacar un disparo a bocajarro de Dembelé, tras una fantástica jugada colectiva del PSG.
Fruto de esa presión asfixiante y un imperdonable exceso de confianza de Asencio, llegó el primer tanto a los cinco minutos de partido. Dembelé le robó la cartera al canterano madridista, y Courtois salió a la desesperada, tratando sin éxito de trabar al delantero francés. El balón, sin dueño y en el área pequeña, le cayó a Fabián, que solo tuvo que empujarla para hacer el primero.
Y como dice el refrán, si no quieres caldo, tres tazas. Apenas dos minutos después, cayó el segundo en otro fallo aún más grosero. En un balón sin peligro retrasado por Bellingham, Rüdiger pateó al aire cuando trataba de ceder atrás a Courtois. Dembelé, que estaba presionando como todo el partido, aprovechó el regalo y batió al belga en su salida. Siete minutos y 2-0. Partido acabado y todas las plegarias en marcha para que aquello no acabase en una carnicería.
Una segunda mitad con destellos de esperanza
La segunda mitad comenzó de la peor manera posible para los blancos. A los dos minutos, un nuevo desajuste defensivo del Real Madrid facilitó otro contragolpe del PSG liderado por Dembelé. El francés asistió a Doué, que entraba por la derecha, y este batió con facilidad al belga para hacer el cuarto. Sin embargo, afortunadamente para los de Xabi Alonso, el delantero galo estaba ligeramente adelantado en el momento de recibir el balón y el tanto fue invalidado por posición antirreglamentaria.
A partir de ese momento, el partido ya no tuvo historia. Luis Enrique decidió no hacer más sangre, buscando el descanso de sus estrellas. Antes de cumplirse la hora de juego, sacó del campo a Dembelé y Kvaratskhelia, y poco después a Fabián, lo que hizo que el PSG perdiera en intensidad y acierto por las bandas.
Pudimos ver entonces a un Madrid algo más dominante, aunque los cambios no aportaron nada especial. Solo la ternura de asistir a las despedidas oficiales de Luka Modric y Lucas Vázquez, y lo esperanzador de los regresos de Militao y Carvajal, tras casi un año de ausencia debido a sus respectivas lesiones de rodilla. Militao fue el que más trabajó y buscó acortar distancias. En el minuto 84, probó fortuna de cabeza a la salida de un córner botado por Modric, pero su remate se marchó fuera por poco.
Las últimas oportunidades del PSG y la despedida de un ícono
Los últimos minutos nos dejaron un par de sustos para la meta de Courtois. El primero, nada más cumplirse el tiempo reglamentario, con un disparo de Nuno Mendes a la salida de un córner que remató duro pero centrado, al que respondió muy atento Courtois. El segundo, un poco más peligroso, fue un centro chut de Dembelé que, viendo adelantado a Courtois, intentó colocarle el balón por encima, pero el belga reaccionó bien, sacando la mano para mandar a córner.
Cuando todo apuntaba a que el partido acabaría con el 3-0 con el que se fue al descanso, llegó la puntilla para los blancos. En el minuto 87, Achraf se despachó un fantástico pase a la espalda de la defensa para el recién incorporado Gonçalo Ramos. El portugués avanzó y vio la llegada de Barcola en el segundo palo. Aunque el delantero francés perdió inicialmente la pelota, la recuperó enseguida para devolverle al portugués, quien anotó el cuarto y definitivo tanto, sellando la goleada parisina.
Reflexiones finales y el futuro del Real Madrid
Ahora toca irse de vacaciones y pasar página. Lo más importante es dejar trabajar a Xabi Alonso, quien, con lo visto hoy sobre el campo, tiene mucho más trabajo por delante del que los primeros partidos parecían indicar. Tres semanas de vacaciones para dejar atrás la temporada más larga y tediosa de la historia del club, recargar pilas y que el club haga en los despachos el trabajo que, según se ha visto, también es necesario llevar a cabo.
Hasta la vuelta, ¡HALA MADRID!
Ficha técnica del partido
PSG: Donnarumma; Achraf Hakimi, Marquinhos, Beraldo, Nuno Mendes (Lee Kang-In, ’80); Joao Neves, Vitinha, Fabián (Mayulu, ’66); Doué (Zaïre-Emery, ’66), Dembélé (Gonçalo Ramos, ’59) y Kvaratskhelia (Barcola, ’59).
Real Madrid: Courtois; Fede Valverde, Rüdiger, Asencio (Militao, ’64), Fran García; Tchouameni, Güler, Bellingham (Modric, ’64); Vinicius (Brahim, ’64), Gonzalo y Mbappé (Carvajal, ’71).
Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Amonestó a Joao Neves en el PSG y a Tchouameni y Carvajal en el Real Madrid.
