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El guión concluyó ayer en Anfield, cuando el líder de la UEFA Champions League adelantó a los hombres de blanco con dos goles de ventaja para ganar 2-0, un resultado que fue amable con los gigantes españoles. Sin embargo, a pesar de este resultado, el Real Madrid se encuentra en una situación complicada en la competición que tradicionalmente dominan.
Catástrofe de la Liga de Campeones
Los actuales campeones de la Liga de Campeones de la UEFA se enfrentan a una catástrofe en la competición, ya que se encuentran en una situación desesperada después de la quinta jornada. Tras las derrotas contra Milán, Lille y ahora Liverpool, Los Blancos han logrado solo dos victorias en cinco partidos, sumando únicamente seis puntos. Este pésimo resultado les deja en el puesto 24, al borde de la eliminación en la fase de grupos.
A estas alturas, está claro que el equipo de Carlo Ancelotti tendrá que pasar por los playoffs, lo que implica jugar dos partidos más para asegurarse un puesto en los octavos de final. Sin embargo, para conseguir una pareja favorable, deberán ganar los tres partidos restantes. El Real Madrid se enfrentará al Atalanta fuera de casa, lo que será otro reto cuesta arriba. Luego, recibirán al RB Salzburg en el Santiago Bernabéu antes de cerrar la fase liguera ante el Brest, nuevamente fuera de casa.
Los hombres de blanco necesitan dar un paso adelante pronto, porque estar tan cerca de la eliminación en primera ronda no sienta bien a un club de la talla del Real Madrid. El sueño de defender el título de la UCL se está desvaneciendo lenta pero seguramente.
Dominado y destruido
La historia del partido del Real Madrid en Anfield trata menos del resultado y más de cómo fueron derrotados. Nunca habían visto a un equipo competir al mismo nivel que los hombres de Arne Slot. A pesar de las ausencias de nombres clave como Vinicius Jr., Eder Militao y Rodrygo, el once que alineó el técnico esa noche no era en absoluto inferior.
Un equipo con la calidad de Kylian Mbappé, Eduardo Camavinga, Antonio Rudiger y Jude Bellingham, en ningún mundo puede considerarse un equipo de segunda fila. Sin embargo, anoche el Liverpool atropelló a los hombres de blanco y los dominó por completo durante 90 minutos. Crearon la mayor cantidad de oportunidades y, en gran medida, las únicas grandes ocasiones en Anfield.
Durante largos periodos, el partido se jugó exclusivamente en el centro del campo o en el área del Real Madrid, ya que el club de Merseyside implementó un sistema de alta presión y no dio a los visitantes espacio para realizar sus propias incursiones de ataque. Las estadísticas lo dicen todo: en 90 minutos, el Liverpool tuvo un asombroso 63% de posesión del balón y creó un xG de 2,73, mientras que el Real Madrid logró un xG de solo 1,73. Teniendo en cuenta que este número incluye el xG de una penalización de 0,79, el xG real de los Blancos en juego abierto fue inferior a 1.
Además, el conjunto inglés realizó 17 tiros, siete de ellos a portería, se estrelló una vez en el palo y dispuso de seis grandes ocasiones, en comparación con las dos del Real Madrid. Este dominio fue evidente y preocupante para los aficionados merengues.
Kylian Mbappé se hunde
Kylian Mbappé simplemente no ha sido él mismo desde que se mudó al Real Madrid. Muchos han atribuido el cambio de posición como el principal obstáculo en su camino, ya que el jugador estaría harto de empezar como delantero centro. Su confianza ha estado en caída libre en los últimos meses, convirtiéndose en una sombra de lo que era antes, tanto de cara a la portería como en su contribución general.
Anoche fue ampliamente vista como su mejor oportunidad para demostrar que sigue siendo uno de los mejores del mundo, especialmente considerando la lesión de Vinicius Jr. y que finalmente tendría su lado izquierdo para él solo. Sin embargo, al jugar en su nicho, no se ha hecho ningún favor a sí mismo.
En ningún momento del partido, la ex estrella del PSG pareció una fuerza dominante en ataque o un líder del Real Madrid. Sus contraataques fueron detenidos con facilidad y nunca se separó de la defensa del Liverpool para crear ninguna amenaza. Sus tiros a portería fueron mansos, y el hecho de que el mismo jugador que anotó tres goles y convirtió tres penales en la final de la Copa Mundial de la FIFA falló un penalti anoche demuestra cuán inmerso está Mbappé en la negatividad.
Con razón se señala al jugador como culpable, porque su gol del empate de anoche habría dado nueva vida a los blancos. Sin embargo, lo cierto es que las posibilidades de que el Real Madrid aguante incluso después del empate eran escasas, teniendo en cuenta su rendimiento general.
Un historial que se tambalea
Siete victorias y un empate. Este ha sido el balance del Real Madrid ante el Liverpool en sus últimos ocho partidos europeos, con la última derrota remontándose a 2009. Sin embargo, este partido en Anfield ha puesto en tela de juicio esa supremacía histórica. A pesar de la tradición y el prestigio del club, el rendimiento en esta ocasión fue decepcionante.
El equipo de Carlo Ancelotti llegaba al partido con varios factores en su contra, entre ellos la ausencia de Vinicius Jr. y la larga lista de jugadores lesionados en defensa. En la primera parte, hicieron bien en mantener el balón fuera de la red gracias a una actuación sensacional de Thibaut Courtois. Pero, al final, los goles de Alexis Mac Allister y Cody Gakpo fueron suficientes para asegurar tres puntos para el Liverpool en una noche en la que tanto Kylian Mbappé como Mohammed Salah fallaron los penales.
Madrid Universal te trae tres puntos de conversación del Liverpool 2-0 Real Madrid. La afición merengue espera que el equipo recupere su esencia y vuelva a ser el gigante que todos conocen. ¿Podrán los hombres de Ancelotti revertir esta situación y demostrar su valía en la competición? Solo el tiempo lo dirá.
