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En la sala de prensa de Valdebebas, Carlo Ancelotti, con su característica serenidad, enfrentó la tormenta futbolística que se avecina para el Real Madrid. El desafío en puertas es de aquellos que ponen a prueba hasta al más curtido. Con un calendario que incluye un crucial partido de cuartos de final de la Copa del Rey contra el Leganés, seguido por el siempre electrizante derby madrileño ante el Atlético de Madrid y el exigente cruce de la Champions contra el Manchester City, el Real Madrid está en el ojo del huracán.
La artillería pesada y las bajas sensibles
En la escuadra blanca, las figuras son fundamentales en esta etapa de la temporada. Ancelotti no se anduvo con rodeos al hablar de los lesionados. Cuando fue cuestionado sobre el papel de Federico Valverde, despejó las dudas al aclarar: «No, puede ser lateral», desechando la idea de ubicarlo como central ante las lesiones de Rüdiger y Alaba. Pero, claro, el ingenio táctico de ‘Carleto’ siempre tiene un as bajo la manga.
La situación de Vinicius, Mbappé y Bellingham también salió a relucir. Ancelotti comentó que aunque Vinicius no se entrenó, estará presente en el choque contra Leganés, mientras que tanto Mbappé como Bellingham, se quedarán fuera debido a sendos hematomas. Estas ausencias obligan al estratega italiano a hacer malabares para mantener el equilibrio y la competitividad del equipo.
Una defensa con parches y confianza
Con los desgarros de Rüdiger y Alaba, quienes eran piezas clave para enfrentar al Leganés, Carletto apuntó a Jacobo, confiando en la cantera blanca. «Vamos a confiar en Jacobo», dijo sin titubear. No ocultó su preocupación por la falta de Rüdiger, especialmente en jugadas a balón parado. Aseguró que el entrenamiento del día estuvo enfocado precisamente en perfeccionar este aspecto, consciente de lo bien que defiende el Leganés y de su capacidad para arrancar resultados significativos frente a gigantes como Barça y Atlético.
Cocina caliente en la polémica arbitral
Ancelotti también sacó tiempo para abordar el escándalo arbitral que está hirviendo alrededor de su club. En un gesto que denota frustración compartida, el conjunto madrileño, respaldado por su entrenador, decidió manifestar su descontento con un comunicado oficial. Carletto, contundente como pocas veces, declaró: «Si no salen explicaciones significa que hay un problema y si hay un problema alguien tiene que arreglarlo». La confianza en su plantilla y en la justicia deportiva está en juego, un drama digno de los guiones más enrevesados.
A pesar de las vicisitudes, Ancelotti sigue mostrando señales de calma y seguridad. El hecho de ser consultado sobre su opinión respecto a si Cristiano Ronaldo ha sido el mejor de la historia no hizo más que arrancarle un comentario nostálgico: «Ha marcado una época y para mí sí, ha sido el mejor. Me ha ayudado mucho a quedarme tranquilo en el banquillo del Madrid». Y es que nunca está de más recordar a aquellos jugadores que han dejado huella en la historia del club merengue.
Un calendario al rojo vivo
El Real Madrid enfrenta semanas cruciales que bien podrían definir la trayectoria de esta temporada. Con oportunidades que deben ser aprovechadas al máximo y amenazas que sortear con inteligencia, el club está en una encrucijada deportiva. Los hinchas observan, expectantes y con el corazón en la mano, cómo su equipo querido navega las turbulencias con el firme timón de Ancelotti liderando.
El ambiente está cargado, el estadio espera rugir con cada gol, con cada pase, con cada jugada que acerque al Madrid a sus objetivos. En el fútbol, las tormentas son inevitables; lo que define a un equipo campeón es cómo sale de ellas. ¿Logrará este Real Madrid de Ancelotti sortear una vez más las tempestades? Sin duda, el espectáculo está garantizado. El horizonte está plagado de desafíos, pero lo que nunca falta en Chamartín es la ilusión y la determinación, dos conceptos que van de la mano en esta nueva andadura.
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