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Un duro golpe en el Emirates
El Real Madrid Fem. ha puesto punto final a su ansiado sueño europeo y el reto de llegar a las semifinales de la Women’s Champions League tendrá que esperar, al caer derrotado por un contundente 3-0 ante el Arsenal en un muy mal partido de las de Toril. Este resultado ha dejado un sabor amargo en la afición, que esperaba más de su equipo en un encuentro tan crucial.
Un primer tiempo de resistencia
En una primera parte en la que el Real Madrid logró contener al Arsenal con mucho esfuerzo y, sobre todo, un enorme trabajo solidario en defensa, las de Toril supieron sufrir y buscar incluso alguna contra, dando un susto a las locales. Infinitamente superior, el conjunto británico fue «cociendo» en su jugo al Real Madrid, que fue sometido prácticamente desde el primer minuto, incapaz de mantener la pelota más allá de unos segundos y viviendo todo el tiempo en su área.
De hecho, es cierto que las de Slegers dominaban a placer, aunque todo su dominio parecía infructuoso, ya que acababa generalmente en centros laterales que eran bien defendidos por la defensa blanca o por intentos por las bandas. A pesar del mal partido de las laterales (Shei y, especialmente, Olga), las constantes ayudas cortaban el peligro una y otra vez.
Salvo un disparo desviado de Mariona Caldentey, una de las más destacadas del partido, a los 11 minutos y una gran mano de Misa para desbaratar una acción clara de Kelly en el ’34, adelantándose por primera y casi única vez a la defensa, fueron las únicas ocasiones realmente de peligro del Arsenal en la primera parte. Los últimos minutos de este período mostraron a un Real Madrid más activo, que intentaba contragolpear. Al filo del descanso, Angeldahl, tras un gran pase de Shei desde la derecha, no estuvo fina a la hora de rematar y lo hizo contra el cuerpo de Van Domselaar.
La hecatombe en la segunda mitad
Lo que nadie se podía esperar es que al Real Madrid le cayese el aguacero de goles que se le vino encima nada más salir de los vestuarios. Cuando apenas llevábamos un minuto desde la reanudación, Mariona tocó a placer en la zona de tres cuartos local, abriendo a la derecha donde Kelly pudo centrar sin oposición al segundo palo. Allí, Russo, aprovechando la descoordinación entre Shei y Athenea, batió sin problemas a Misa. Ese tanto tan tempranero fue un mazazo para las de Toril, que se descompusieron del todo, ya que, si del centro del campo hacia delante habían sido inexistentes, perdieron la solidez defensiva que les había mantenido a flote en la primera mitad.
Fruto de ese enorme desorden llegó el gol que igualaba la eliminatoria. Apenas un par de minutos después, en otro gravísimo error defensivo por la banda derecha, de nuevo Kelly, completamente libre de marca, puso un fantástico centro al punto de penalti donde entró como un cohete Mariona, sin ningún tipo de oposición, para colocar un testarazo espectacular que botó delante de Misa, que sin duda pudo hacer mucho más, y se coló suavemente. Ni en la peor de las pesadillas podía estar pasando esto. Apenas tres minutos disputados de la segunda mitad y la eliminatoria empatada. Y lo que es peor, con un Real Madrid deshilachado, roto y sin síntomas de reacción.
La puntilla llegó en el minuto 58, cuando de nuevo Russo logró embocar a bocajarro a la red, en otro despiste de la defensa, en una jugada de estrategia del conjunto londinense. Iniciada con una falta lejana botada desde el perfil derecho, Catley prolongó de cabeza, y Kelly, a bocajarro, remachó para darle la vuelta al marcador de la ida. La situación se tornaba crítica para las madridistas, que veían cómo sus esperanzas se desvanecían rápidamente.
Decisiones tardías y un final decepcionante
Lo peor de todo no estaba siendo la terrible imagen de impotencia ofrecida por el Real Madrid en el campo, sino desde el banquillo. Absolutamente paralizado, Toril no movió el banquillo hasta el minuto 76, cuando sacó a Alba Redondo, Feller y Yasmim por Olga, Bruun y Angeldahl, pero ya era demasiado tarde. Fueron tan tardíos esos cambios que llegaron incluso después de que el Arsenal hiciese el cuarto gol, en otra jugada calcada a los dos primeros tantos. Afortunadamente para las de Toril, el VAR determinó que la delantera británica estaba ligeramente adelantada en el momento de centrar e invalidó el tanto.
En el ’80, presa del desconcierto madridista, María Méndez se equivocó al devolverle un balón a Misa, dejándolo demasiado corto. Esto fue aprovechado por Russo para plantarse sola ante la meta canaria, que, esta vez sí, estuvo acertadísima impidiendo el hat-trick de la delantera inglesa con una gran parada. Y cuando el partido llegaba a su fin, en pleno descuento, pudo llegar la sorpresa en la primera y única vez que el Real Madrid lograba cruzar el centro del campo. Un buen balón a la espalda de Alba Redondo le permitió a Linda Caicedo correr una buena contra y plantarse en el área.
Sin embargo, y tras un gran recorte sobre Williamson, la colombiana disparó «al muñeco», perdiendo la última posibilidad de salvar la eliminatoria y, al menos, forzar la prórroga. La jugada continuó de forma embarullada y acabó con un disparo flojo de Alba Redondo que tocó en una defensora del Arsenal y el balón se marchó a córner. Un disparo de esquina muy cerrado al que no llegó Laklar por muy poco en el segundo palo.
Finalmente, tras seis minutos de añadido, Gasperotti, la colegiada italiana, terminó por enterrar el sueño europeo del Real Madrid decretando el final del partido. Ahora ya sólo queda centrarse en la Liga F. y sellar un subcampeonato que, al menos, parece casi hecho para poder volver a intentar el asalto a la Champions la próxima temporada.
Ficha técnica del partido
Arsenal: Van Domselaar; Fox, Williamson, Catley, McCabe; Little (Blackstenius, m.90), Leonhardsen-Maanum (Walti, m.75), Caldentey; Kelly (Mead, m.74), Foord y Russo.
Real Madrid: Misa; García, Méndez, Lakrar, Carmona (Redondo, m.76); Angeldahl (Yasmim, m.77), Toletti, Weir; Caicedo, Athenea y Bruun (Feller, m.76).
Árbitra: Silvia Gasperotti (Italia). No mostró tarjetas.
