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Un final de infarto en Butarque
El Real Madrid ha logrado el pase a las semifinales de la Copa del Rey tras imponerse por un apretadísimo resultado, en un partido en el que los errores propios volvieron a pesar bastante más que los aciertos. Solo un gol en el descuento del canterano Gonzalo, que debutaba con el primer equipo esta temporada, salvó de una prórroga que nunca debió haber llegado. El encuentro, lleno de emociones y giros inesperados, dejó a los aficionados al borde de sus asientos.
La primera parte: dominio y un penalti inesperado
Y es que el Real Madrid, con una alineación de auténticas circunstancias, con Lunin bajo los palos y con Jacobo Ramón y Asencio como centrales, Fede Valverde y Fran García como laterales, improvisaban una defensa inédita. Tchouameni, Modric y Güler ocupaban la medular, mientras que Brahim, Endrick y Rodrygo se repartían el ataque. El partido comenzó con una salida en tromba del Leganés que, en apenas cinco minutos, puso a prueba por dos veces a Lunin con verdadero peligro. La primera, con un disparo raso de Diego, que desvió el ucraniano a córner con una gran mano abajo, y la segunda, desviando una falta peligrosa botada por Óscar desde el flanco izquierdo.
Sin embargo, no tardó el Madrid en tomar las riendas del partido. A los 13 minutos, puso por vez primera a prueba a Soriano, con un disparo un tanto deslabazado de Endrick tras un fabuloso pase filtrado de Brahim, el mejor del partido anoche. Y tan solo cinco minutos después, llegó el tanto madridista, que tocaba cómodamente en el centro del campo. Fruto de una maravillosa asistencia de Rodrygo, que vio desde el perfil izquierdo cómo entraba Modric por el carril del “8”, le puso un balón fantástico que el croata se acomodó en un primer control y batió por abajo a Soriano, en un segundo toque.
Pintaban bien, pues, las cosas para un Real Madrid que había borrado del mapa al Leganés y así llegó el segundo en el minuto 25. En una disputa dentro del área entre Brahim y Renato Tapia, el balón quedó muerto y le cayó a Endrick, que no perdonó. Con el 0-2 en el marcador, el Real Madrid se relajó y, con la vista en el derbi del sábado, se dedicó a contemporizar con el resultado y a dejar que pasara el tiempo, con el fin de ahorrar esfuerzos y evitar más lesiones.
Pero en el minuto 38, en una de las escasas aproximaciones del Leganés al área de Lunin, encontró petróleo en una jugada completamente fortuita pero clara. Juan Cruz se internó en el área e intentó batir al meta madridista cuando se cruzó Jacobo Ramón y el balón impactó claramente en el brazo. Penalti indiscutible que el propio Juan Cruz transformó por el palo izquierdo de Lunin, quien, a pesar de que adivinó la intención del jugador “pepinero”, no pudo llegar a desviar. El partido se fue al descanso con un inesperado 1-2 que metía de nuevo en el partido a un Leganés, hasta ese momento groggy.
La segunda parte: un espectáculo de oportunidades
La segunda parte estuvo marcada por el dominio madridista, ya con Vinicius en el partido quien salió al campo por Rodrygo tras el descanso, pero también por su malísima puntería hoy y, por qué no decirlo, por el infortunio. A los pocos minutos de la reanudación, un espectacular Vinicius -que fue un cuchillo constante entrando por su banda- obligó a Soriano a lucirse tras lograr introducir el balón entre un mar de piernas. El córner lo botó Güler y, tras prolongar de cabeza Valverde en el primer palo, le cayó al propio Vinicius quien remató muy mal en el segundo, a pesar de lo cómodo de la situación.
Con el Madrid buscando sentenciar, en el 58, Endrick remató fuera otra ocasión clara, tras un buen saque de esquina de Modric, pero se encontró prácticamente a continuación con lo que menos se esperaba. De nuevo Juan Cruz, el mejor del Leganés junto a su portero, pisó el área con bastante comodidad y, aprovechando que nadie le encimaba, disparó a puerta. Su remate, mordido, tuvo la gran fortuna de impactar en la pierna de Mendy, desviando el balón al fondo de la meta de Lunin, para hacer el empate ante la locura total.
Porque sí, el partido entró entonces en una fase de absoluto desmadre. El Madrid, aún en shock por el gol recibido, intentó recuperarse y volvió a volcarse sobre la meta de Soriano. A punto estuvo de tener el premio del gol, pero esta noche parecía negársele a los de Ancelotti. Hasta en dos ocasiones se encontró el Madrid con los postes. Primero Vinicius, con una galopada espectacular, llegó prácticamente hasta el área pequeña y, tras hacerle un túnel a Soriano, el balón pegó contra el palo y después cayó en las manos del meta local.
Vinicius volvió a rebasar a Rosier en el 70 y se plantó ante Soriano, pero su disparo se marchó pegado al palo izquierdo. Tan solo cuatro minutos después, el propio Vinicius filtró un gran pase a la espalda de la defensa hacia Brahim, quien picó hábilmente el balón por encima de Soriano, pero en vez de entrar, la pelota golpeó sobre el larguero y se alejó de la portería. Tanta ocasión perdida y, sobre todo, la inoperancia del Leganés hacían presagiar lo peor, es decir, que en cuanto el conjunto albiceleste tirase a puerta, caería el 3-2 y el Real Madrid quedaría eliminado.
El gol de la esperanza
A partir de ahí, toque de corneta para no afrontar la prórroga, pero el balón seguía sin entrar. Al filo del 90, Tchouameni remató de cabeza al cuerpo de Soriano un córner desde la derecha y un defensa desvió un durísimo disparo del francés apenas un minuto después cuando se colaba dentro. Valverde, ya con el tiempo cumplido, lo intentó desde fuera del área con un latigazo con su habitual firma, pero se marchó ligeramente desviado. Y así las cosas, cuando el partido olía a prórroga, en el minuto 92 llegó la jugada del partido.
Brahim se hizo fuerte con el balón en el área, se perfiló hacia la izquierda y le puso un centro maravilloso al primer palo. Ahí esperaba Gonzalo, que había entrado 10 minutos antes por Endrick. Marcando los tiempos de forma canónica, remató de cabeza con furia para introducir el balón en la meta de Soriano. La felicidad de Gonzalo, autor del gol de la victoria en el descuento, desató la euforia entre los aficionados madridistas. Ahora toca recuperar al mayor número de jugadores posibles, recordemos que Bellingham y Mbappé no pudieron ser de la partida por sendos golpes, y esperar al importantísimo derbi del sábado, donde está en juego nada menos que la cabeza de la Liga.
Ficha técnica del partido
Leganés: Juan Soriano; Rosier, Sergio González, Tapia, Nastasic, Altimira; Juan Cruz (Raba, ’72), Neyou, Brasanac, Óscar (Chicco, ’79); Diego García (De la Fuente, ’79).
Real Madrid: Lunin; Valverde, Asencio, Jacobo Ramón, Mendy (Fran García, ’82); Modric, Tchouameni, Güler (Ceballos, ’75); Brahim, Rodrygo (Vinicius, ’45) y Endrick (Gonzalo, 82′).
Árbitro: Alberola Rojas (Col. Castellano-manchego) Mostró amarilla a Sergio González y Neyou por el Leganés y a Vinicius y Modric por parte del Real Madrid.
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