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La próxima temporada 2025/26 de LaLiga podría arrancar con una situación excepcional que afecta directamente a dos de sus principales candidatos al título: Real Madrid y Atlético de Madrid. Este verano se presenta atípico para ambos clubes debido a su participación en el nuevo Mundial de Clubes que se llevará a cabo en Estados Unidos.
Ambos equipos enfrentarán un desafío monumental al intentar compaginar su preparación física y logística con el exigente calendario del torneo, llevando a un riesgo latente sobre su presencia en la primera jornada del campeonato doméstico. Mientras la mayoría de los equipos españoles tendrán semanas para planificar su pretemporada y llegar en óptimas condiciones, tanto el Real Madrid como el Atlético apenas tendrán tiempo para descansar y recuperar a sus futbolistas.
LaLiga 2025/26 tiene previsto su inicio para el fin de semana del 15 al 17 de agosto de 2025. La competición mantendrá su habitual duración de 38 jornadas y finalizará el 24 de mayo de 2026. Este calendario, ya aprobado por la RFEF y LaLiga, no contempla ningún tipo de retraso, lo que genera preocupación en el seno de ambos vestuarios.
Este arranque temprano plantea un problema evidente para el Real Madrid y el Atlético, cuyos jugadores podrían llegar sin apenas descanso tras un verano muy exigente. Las asociaciones de futbolistas, como la AFE, han planteado la necesidad de retrasar el inicio para proteger la salud de los jugadores, pero hasta el momento, no se ha llegado a un acuerdo con los organismos organizadores. Todo apunta a que el calendario permanecerá inalterado.
El Mundial de Clubes 2025 se celebrará en Estados Unidos entre el 14 de junio y el 13 de julio, solo un mes antes del inicio de LaLiga. Esta será la primera edición con el nuevo formato ampliado a 32 equipos, donde ambos clubes madrileños representarán al fútbol español. Los partidos implicarán largos viajes y una concentración permanente bajo altas temperaturas veraniegas, lo que añade otra capa de dificultad a la preparación.
El Real Madrid disputará la fase de grupos entre el 18 y el 26 de junio, enfrentándose a rivales como Al-Hilal, Pachuca y Salzburgo. Por su parte, el Atlético jugará del 15 al 23 de junio contra PSG, Seattle Sounders y Botafogo. Si ambas escuadras avanzan a las rondas eliminatorias, podrían extender su participación hasta la gran final el 13 de julio. Esto significaría regresar a España con apenas un mes para preparar el inicio liguero, dejando pocas opciones para una adecuada adaptación.
Una pretemporada complicada y descanso limitado
En el caso de llegar lejos en el Mundial de Clubes, los futbolistas del Real Madrid y del Atlético contarían con un descanso prácticamente simbólico. Los protocolos de recuperación física recomiendan al menos tres semanas de descanso tras una temporada completa, algo insostenible con un calendario tan aplastante. Además, deberán encajar entrenamientos de pretemporada en pocos días, lo que podría comprometer el estado físico de la plantilla de cara al inicio del campeonato.
Esta desafiante situación no solo afecta al aspecto físico, sino también a la competitividad. Comenzar la temporada con jugadores sin ritmo de competición y recién recuperados de un torneo internacional podría resultar en lesiones, bajo rendimiento y pérdida de puntos clave desde los primeros encuentros. Tanto el Real Madrid como el Atlético son conscientes del riesgo que esto conlleva, pero las soluciones parecen estar más allá de su alcance por el momento.
La situación también deja espacio para la reflexión sobre la planificación a largo plazo de ambos clubes. ¿Es sostenible presentar a equipos con una carga de competición tan alta desde el inicio? Las dudas comienzan a surgir: ¿podrán mantener su nivel de competitividad, o se convertirán en meros espectadores del campeonato durante las primeras jornadas?
Al final, se presenta un dilema que, aunque desafiante, también puede convertirse en una oportunidad. La historia del fútbol está llena de temporadas atípicas que han forjado leyendas. Tanto el Real Madrid como el Atlético tienen la capacidad de adaptarse a esta nueva realidad, pero será fundamental que gestionen bien el poco tiempo que tendrán para preparar a sus jugadores.
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Con este panorama sobre la mesa, el aficionado no puede dejar de preguntarse: ¿será este desafío el que impulse a los equipos a encontrar nuevas estrategias y tácticas? La temporada se perfila intensa, pero lo cierto es que el camino será arduo. ¿Estamos frente a una de las temporadas más apasionantes en la historia de LaLiga? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: tanto el Real Madrid como el Atlético tienen un reto significativo por delante.
